Calentar una sartén sin nada de grasa. Colocar los blinis para regenerar la textura. Nunca recalentar en el microondas porque la textura quedaría gomosa.
Cortar el limón "a lo vivo", retirando bien la piel y las membranas.
Cortar el cebollino con unas tijeras. De esta forma evitaremos que se oxide la hierba.
Mezclar el queso con el cebollino y un poquito de sal. Tener en cuenta que el salmón al ser ahumado tiene mucha sal.
Montaje: Colocar los blinis en el plato de presentación. Untar con la crema de queso y encima el salmón ahumado. Terminar con el limón troceado.
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