Crema de espinacas con huevos

La combinación de esta verdura con los huevos supone un plato de perfil nutricional muy interesante. Además de ser un plato completo, ligero, con pocas grasas y calorías. Además, la crema puede servirse fría o caliente, siendo apta para todas las estaciones del año.

Importante
Si te gusta fría, como si de gazpacho se tratara, mejor cómela con los huevos duros. Si por el contrario, la prefieres caliente, opta mejor por los huevos escalfados.
En cualquier caso, la crema de espinacas se puede acompañar de otros alimentos como queso fresco o picatostes.

La crema de espinacas:
En una cazuela con un poco de aceite pocha la cebolla cortada y el medio diente de ajo. Cuando esté la cebolla dorada, añade las espinacas y cúbrelas con agua. Deja cocer en torno a 10-15 minutos (o hasta que estén bien tiernas).
Retira las espinacas del fuego y cuela procurando reservar al menos un vaso del agua de la cocción.
En una batidora o robot de cocina tritura todos los ingredientes incluyendo la bebida de almendras, la sal, la pimienta, la nuez moscada y el aceite de oliva virgen extra. Si ves que te queda algo espesa, añade el agua de cocción que has reservado.

Los huevos:
Si prefieres comer la crema con huevos poché cocínalos en un molde para huevos para microondas. Casca un huevo (refrigerado) en cada molde, salpimienta, cierra y cocínalos a máximo potencia, situando los moldes en los bordes del plato giratorio, durante 20 segundos. Observa su punto de cocción y si te gustan más cuajados cocina a intervalos de 10 segundos hasta alcanzar el punto deseado.
Y si lo tuyo son los huevos duros, cuécelos en agua durante 9-10 minutos.

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