Para esta receta, hemos seleccionado la manzana Smith porque es la que tiene más acidez y puede acompañar mejor al resto de ingredientes. Se trata de un plato sencillo, pero que es perfecto para tomar de postre tras una comida copiosa.
Lo primero es pelar la manzana, cortarla en gajos y rebozarla en azúcar moreno. Una vez listas, las freímos en mantequilla a fuego medio y, cuando estén en el plato, colocamos la canela espolvoreada por encima, caliente o templada, y le colocamos la bola de nata encima. Si quieres que el plato quede más presentable, recomendamos colocar unos bastones de manzana crudos y muy finos para darle un toque crujiente al plato.
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