1 manojo de acelgas de tallo ancho
2 cebolletas
150 g de queso feta
50 g de queso gruyer rallado
100 ml de aceite de oliva
1 cucharada de orégano picado
1 pimiento rojo cortado en dados
pimienta y sal.
Separar las hojas de las pencas de las acelgas. Cortar las pencas en 12 trozos de unos 5 cm de largo. Retirarles las hebras y lavarlas. Cubrirlas con agua con sal y cocerlas a fuego vivo, de 12 a 15 minutos. Pasarlas por agua fría y escurrirlas. Lavar 6 hojas de acelgas y escaldarlas 2 minutos en agua hirviendo. Escurrirlas, secarlas y cortarlas en juliana fina. Pelar las cebolletas y picarlas fino. Calentar 2 cucharadas de aceite y rehogar las cebolletas sin que cojan color. Agregar la juliana de acelgas y saltear todo a fuego vivo durante 2 minutos. Retirar, escurrir y dejar que se enfríe.
Desmigar el queso feta con un tenedor. Mezclar en un bol la preparación de las cebolletas, el queso feta, la mitad del gruyer rallado y del orégano, pimienta y sal. Cubrir 4 pencas con el relleno, disponer encima otra penca y luego el resto del relleno y tapar con una tercera penca. Espolvorear con el queso y el orégano restantes. Hornear 5 minutos a 220 ºC. Servir acompañadas de unos dados de pimiento rojo salteados.
Cuestión de agujeros
El queso gruyer recibe su nombre de Gruyère, distrito del cantón de Friburgo (Suiza) donde se elabora. El auténtico queso suizo elaborado con leche de vaca cuenta con AOC (Apelación de Origen Controlada) y tiene una textura lisa y uniforme, sin agujeros. El gruyer francés es un queso más grueso y sí presenta agujeros.
Otra opción
Una vez cocidas las pencas, déjalas enfriar. Sobre una de ellas, coloca una lonchita de jamón y encima otra de queso; tapa con una segunda penca, como si fuera un bocadillo. Pásalas por harina y huevo batido y fríelas en aceite caliente. Escúrrelas bien sobre papel absorbente. Sírvelas con salsa de tomate o con salsa de piquillos.
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