Pizza de pasta filo, jamón ibérico, nueces y tomate confitado

Hace unos pocos años, el afamado cocinero Albert Adrià revolucionó las redes compartiendo una receta de su personal pizza crujiente en la versión digital de un conocido periódico donde se le veía cocinando con su hijo Álex. Fueron muchas las personas las que se pusieron con las manos en la masa para reproducir en sus casas una receta sencilla, sabrosa y efectista para compartir para toda la familia. Esta receta que te proponemos está inspirada en el genio del maestro Albert Adrià.

Preparación
Ponemos los tomates cherry en una cazuela con un poco de aceite de oliva, tomillo, romero, guindilla y el diente de ajo chascado. Lo confitamos durante 20 minutos.
Mientras tanto, estiramos la pasta filo encima del papel sulfurizado y lo colocamos en una bandeja de horno. Pintamos la hoja con el aceite en el que hemos confitado los tomatitos. Le añadimos un poco de mozzarella rallada sin cargarla.
Tapamos con otra capa de pasta filo y de nuevo pintamos y espolvoreamos mozzarella rallada. Repetimos la operación hasta 5 veces, pero en la última capa no añadimos el queso.
En esta última capa añadimos el tomate frito extendiéndolo bien. Añadimos las rodajas de mozzarella fresca cortadas al momento y las distribuimos por toda la pizza.
Cortamos en juliana la cebolleta y la repartimos también por la pizza. Finalmente, incorporamos los cherry confitados a los que previamente le hemos quitado la piel. Horneamos a 220º C durante 12 minutos.
Acabamos la pizza con unas lonchas de jamón ibérico, la nuez picada y unas hojas de albahaca.

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