4 lomos de corvina
2 alcachofas
1 cebolleta
3 dientes de ajo
2 cucharadas de recortes de jamón
Espinas y recortes de salmonetes
Agua para cubrir
1 vaso de vino blanco
1 cucharada de harina
Jengibre
Perejil
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Empezaremos haciendo un fumet rápido cubriendo con agua fría las espinas del salmonete, el verde de la cebolleta, un diente de ajo aplastado, una rodaja de jengibre y 3 granos de pimienta. Hervimos muy suavemente de 20 a 30 minutos. Pelamos las alcachofas, las torneamos con una puntilla y las colocamos en un bol con agua y un ramillete de perejil para evitar que se oxiden. Las cocemos en una olla con abundante agua y sal hasta que estén bien tiernas. Picamos la cebolleta y el ajo finamente y rehogamos en una cazuela baja con aceite de oliva. Antes de que empiece a tomar color añadimos las alcachofas cortada en octavos y una cucharada de jamón picadito. Agregamos una cucharada de harina y cocinamos un par de minutos para eliminar el sabor a crudo. Mojamos con el vino, reducimos casi a seco y añadimos el fumet y una rodaja de jengibre hasta conseguir una salsa bien ligada. Sazonamos el pescado con sal y pimienta y añadimos los lomos de corvina con la piel hacia arriba. Cocinamos 3 minutos a fuego suave, les damos la vuelta y los dejamos 2 minutos más. Rectificamos de sal y pimienta y añadimos un buen pellizco de perejil picado. En un plato hondo ponemos un lomo de corvina y alrededor unos trozos de alcachofas. Salseamos generosamente y rematamos con un poquito de jamón y un pellizco de perejil fresco.
TRUCO: es importante que la salsa esté bien ligada antes de agregar la corvina. De esta forma lograremos que el pescado no se pase tan fácilmente y no pierda sus jugos durante la cocción.
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