En el Concierto para violín No. 1 de Shostakovich, el violín no se permite un descanso, cuenta continuamente su oscura historia, gira en torno a los mismos pensamientos, chistes y burlas, tartamudea, entra en el círculo vicioso de las líneas de bajo de ostinato Passa-caglia, se pierde en la soledad de la cadencia extendida y una y otra vez cae en un canto cautivador y hermoso. El régimen de Stalin no habría pasado por alto el hecho de que, aunque muchas cosas corren en pequeños círculos aquí, nada "funciona sin problemas", por lo que el estreno no tuvo lugar hasta 1955, después de la muerte de Stalin. Peter Tchaikovsky inicialmente pensó que su "Sinfonía del Destino" fue un fracaso y creyó estar al final de sus poderes creativos. El entusiasmo de la audiencia por el trabajo creció con cada actuación. Probablemente era la naturaleza del compositor, plagada de dudas, eso le hizo casi imposible desarrollar una actitud segura de sí mismo hacia su propio poder creativo. Esta grabación de la 5ª Sinfonía es otro hito en el ciclo Tchaikovsky de Andris Nelson con el Gewandhausorchester Leipzig.