Sinopsis

Después de 'El nacimiento

de una nación' D.W. Griffith

rodó el largometraje 'La

madre y la ley', una cinta

'menor' en comparación con

la anterior superproducción.

Griffith decidió incluir ese

relato en un conjunto que

ofreciese una visión de la

conducta intolerante de la

humanidad y de las graves

consecuencias de la traición

a través de la historia.

Llevando hasta las últimas

consecuencias la técnica del

montaje paralelo, se podían

seguir simultáneamente las

cuatro historias unidas por

la figura de la Madre Eterna

meciendo la cuna de la

Humanidad: la caída de

Babilonia en el año 539 a.

de J.C.; el martirio y muerte

de Jesucristo en Judea; la

masacre de la noche de San

Bartolomé en la Francia de

1572, y la de la época moderna

de 1914.

Esta gran superproducción,

cuyo primer montaje no

estrenado duraba ¡8 horas!,

no recuperó un coste que

equivaldría a 48 millones

de dólares en la actualidad.

Para recuperar parte de la

inversión, Griffith estrenó

'La madre y la ley' y 'La

caída de Babilonia' que

presentaban las respectivas

historias en un orden secuencial

convencional. Ambos

largometrajes acompañan

a la cinta original, meticulosamente

restaurada en 2K a

partir de un negativo y otras

dos copias en 35 mm. Para

esta restauración se ha procedido

a una estabilización

y limpieza de la imagen

fotograma a fotograma, se

han recuperado los tintados

y tonalidades originales del

estreno y se ha incorporado

la alabada partitura de

Carl Davis de 1989, a su vez

director de la misma al frente

de la Louxemburg Radio

Symphony Orchestra.