Reseña:

El 8º de "Los Medina" ya está aquí. Tras su anterior álbum "Sin Tiempo" que, en la actualidad, ha sobrepasado las 80.000 copias vendidas y después de una gira 92-93 con 152 galas, Medina Azahara vuelve a la carga discográfica con un "Dónde ésta la luz" que puede romper definitivamente el mercado nacional, de hecho en sólo 70 días llegó a disco de oro, lo que da una idea del cariño y expectación con que ha sido recibido por el público. Ocho cortes en el LP y cassette y 11 para el CD dibujan un trabajo hecho con ilusión y esmero en el que ningún tema puede considerarse "de relleno", lo que hace muy difícil la elección del single o singles de choque. La cara A se abre con "A toda esa gente", un acto de bienvenida dedicado al público que durante la gira ha acompañado al grupo, soportando las incomodidades que conlleva cualquier concierto en directo. El 2º corte es "Palabras de libertad", un tema que nació durante la prueba de sonido previa a un concierto por tierras gallegas y que, de hecho, resulta una mezcla sorprendente entre los ritmos celtas y las armonías arábigas propias del grupo. "La luz de mi camino" es un medio tiempo contundente en arreglos y con una letra tan triste como romántica. "La tierra perdida (O.U.A.)", es un homenaje a la Organización de la Unidad Africana y su lucha para mitigar los males de los niños de África, un problema que siempre ha preocupado al grupo y que ya tocó en su anterior LP en "Hijos del amor y de la guerra" y "Niños". Una preciosa versión de "No quiero pensar en ese amor", uno de los temas más bellos y quizá menos conocido del inagotable Pepe Robles, cuya forma de componer conecta totalmente con la del grupo. "No necesito palabras" y "El pozo de mi sed" son de esos temas que suenan a Medina por todos los costados, como la balada del disco "Tu mirada", con una interpretación de Manuel Martínez en la que hace un auténtico derroche de sentimiento y musicalidad. "Miedo a despertar", "Dame tu mano" y "Otoño", esa increíble balada regrabada conforme a la versión actual del directo, como recuerdo al primer sencillo de "la época Avispa", componen un gran trabajo discográfico redondeado por la magnífica producción de Carlos Martínez, que ha vuelto a conseguir la difícil fusión de sinfonismo y contundencia que caracteriza a este legendario grupo de Rock.